Antes de salir del taller intenté pintar unas lámparas hermosas, que vi durante un desfile popular en Jaipur, India. Eran unas lámparas grandes y muy luminosas que, una encima de la otra, parecían hongos gigantes. Llevaban unas hileritas de luces rojas y amarillas que colgaban por toda su silueta . El desfile parecía una procesión sacada de un cuento de hadas y las lámparas parecían partes de un gran carruaje de Las mil y una noches. Las lámparas desfilaban por la calle, llevadas sobre plataformas cuadradas y con ruedas, que eran empujadas por varios hombres, acompañados por elefantes con corona y maquillados y por caballos blancos vestidos de rojo que halaban unas carrozas, formando todos parte de la procesión.
Me retiro, tomo distancia y observo la tela de nuevo. Decido dibujar con un pincel delgado un fondo rojo con flores blancas y moradas y hojitas verdes que fotografié, en uno de los palacios que visité en la India, y lo ubico a lo largo de toda la parte inferior de la tela que mide 3.5 metros de ancho.
Baile, óleo y acrílico sobre tela, 150 x 350 cms, 2019-2020.